me da esos frutos porosos.
No me quejo del azar.
No me quejo del llanto de los animales atados,
ni del hambre de la noche que come los objetos y los hace
carne de su oscuridad.
y ella dijo:_se supone que hay algo
pesado en mi corazón.
Mis piernas son blancas, sin solear y de una pereza que es
la turbia apariencia de la sangre.
Se me supone iluminada de frialdad y de astucia;
en el desorden pero estéril,
acabada por un aprendiz que hizo lo que pudo.
(Del libro de poemas Tangos del Orfenilato/ Tangos de asesinato
Gracias por compartirlo, es un poema bellisimo. Un beso
ResponderEliminarde nada guapo
EliminarY ella dijo:_sueño y desorden, describen la vida misma estas palabras, poema profundo y bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar