Lesan Mora
Fotografia Sante D´Orazio
Desconozco que o quien fueron los que establecieron lo limites del sexo. Los que dictaron lo que está bien y lo que esta mal a la hora de que abramos la puerta al deseo y a la pasión, a la hora de que el hambre del otro sea tal, que no logremos verlo vestido. Sin embargo, no me van a negar que es así. Parece haber una serie de leyes no escritas que dictan los caminos por los que debemos transitar, y quien no las sepa, se mete en un gran lío. Aunque la verdad de por que somos así, es muy difícil de averiguar. Si nuestro tiempo en este universo es tan corto, ¿por qué nos reprimimos tanto a la hora de disfrutar, de vivir?. Si se presume que somos el animal más inteligente en la escala evolutiva,¿ por qué tenemos la fea costumbre de comportarnos como estupidos en algunas ocasiones?
Supongo que un antropólogo haría toda una disertación acerca de tabus, barreras culturales y demás. Y yo menos que nadie me pondría discutírselo, por que a lo mejor, tendría toda la razón del mundo. Con todo a mi me cautiva algo diferente. Estoy más interesada en ver las implicaciones que tienen en nuestra vida diaria los límites que nos marcamos nosotros mismo, simples viandantes de la vida. En advertir cómo eso afecta a cualquier pareja que puebla a diario nuestras calles.
Tomemos cómo ejemplo una historia que me llegó hace unos meses. En principio no me la creí; es más, la considere un pelin surrealista. —Propio de una película de los70—. Algo propio de cotilleo de peluqueria... Pero me figuro que tanto fue el impactofue mayor de lo que pensaba, ya que no la olvidé, y cuando comencé a escribir este artículo me acordé de ella:
Una pareja cómo otra cualquiera, — decir nombres sería inútil por que no viene al caso—. Tenían previsto casarse durante las últimas Navidades. El broche perfecto para una relación que había dado sus primeros pasos en su adolescencia… Todo en apariencia normal, nada destacable. Esta podía ser cómo cualquier otra del país: Un trabajo, una hipoteca, unos amigos y un año planeando lo que tenía que ser un bodorrio perfecto.
Solo haré una puntualización. La experiencia sexual de ambos empezaba y terminaba en el mismo punto. No habían picoteado en más flores, no obstante él estaba dispuesto a experimentar nuevas cosas, mientras ella no. Es más si se le proponía algún lugar diferente, ella se escandalizaba, por lo que ni hablar de sexo oral, anal o beso negro.
Lo que esta mujer no se había percatado fue que al negarlo, al ni estar abierta a comentarlo, lo convirtió en algo prohibido. Lo que causó el efecto contrario: cuanto más te prohíben algo, más deseos te entran de experimentar, de saber si en realidad es tan excelente cómo lo pintan o son simples y llanas imaginaciones tuyas. Y este chico se moría por comprender que parte de verdad había en todo ello y cuanto de mito urbano.
Durante la despedida de soltero, los amigos del novio, lo sometieron a un pequeño juego. Una mujer se metería bajo la mesa. Ninguno conocería su situación, pero le haría una felación a uno de ellos. Si el afortunado, mostraba todas sus cartas y sus compañeros lo descubrían, tendría que pagar la cena y todas las consumiciones de la noche. Y cómo es natural, nuestro protagonista fue el agraciado. Lo que ninguno de los presentes se le pasó por la cabeza es que aquello daría un vuelco de ciento ochenta grados a su vida.
Según mis noticias, tras aquello la boda nunca llego a celebrarse. Es más, este chico rompió con todo, se mudó de ciudad y espero a encontrar una mujer con la mente más abierta al mundo de la sexualidad….
Esto me llevó a plantearme ciertas cuestiones a este respecto. Si vivimos en pleno siglo XXI, donde tantas barreras y tabús se han derrumbado, —o al menos eso parece—, entonces ¿cómo es posible que estas historias sucedan?. Presumo que eso son las paradojas de este universo nuestro en el que habitamos.
Para empezar, creo que debería abogar por la comunicación en la pareja. Si se nos ha sido concedido el don de la palabra, nos correspondería utilizarlo. Y lo siguiente sospecho que sería destruir el mito en ambos sentidos:
— Para los que afirma que el sexo anal no es más que una mera leyenda urbana, que el placer que proporciona no es tanto cómo se jactan algunos; lamento decir que están en un error. Alrededor del ano existen una serie de terminaciones nerviosas que estimuladas con manos hábiles, proporcionan un placer semejante al denominado tradicional. Y si a eso le añadimos que este ofrece una mayor resistencia a la penetración, hace que este sea para algunos, incluso más satisfactorio.
—Para los forofos de este, he de puntualizar que solo es una parte dentro del juegp, no un puntal sobre el que asentar nuestro devenir sensual. Por lo que deberíamos incluirlo, no imponerlo cómo si ese fuese una prioridad. Dentro del acto hay multitud de cosas que podemos hacer, por lo que no estaría mal dejar de ser tan cuadriculados, y abrir nuestras mentes a nuevas…¿experiencias?.
Mirémoslo de la siguiente forma. El sexo nos ofrece todo un abanico de probabilidades bastante amplio, que se nos brindan cómo el más placentero de los manjares. Solo tenemos que ser lo suficientemente valientes cómo para acercarnos a ella para saborearlos. Ahora nuestra propia naturaleza humana, es cobarde y nos dejamos dominar tanto por nuestros miedos y cortapisas, que llegado el momento, te limitan.
También soy consciente de que cómo seres sociales que somos, hemos sido criados bajo una serie de normas que nos dictan lo que esta bien y lo que esta mal. ¿Quién las ha dictado?, lo ignoro, supongo que nos vienen dado de antiguo. Solo sé que en este caso en concreto nos agarramos a un anacronismo antiguo, que quizá deberíamos de ir pensando de tirar a la basura.
Muchos estarán conmigo, en que veinte o treinta años atrás vivíamos en un mundo muy diferente al de hoy en día; en el que este solo tenía un fin: Tener un hijo. Todo lo que se saliera de ello no era considerado aceptable, por lo que el sexo anal, el beso negro y todas aquellas prácticas fueron de alguna manera proscritas; relegados solo al mundo de los homosexuales, o al olvido.
Pese a que no es así. No tiene por que ser exclusivo de uno u otro, sino de aquellos que lo deseen… Siempre y cuando, —y eso lo quiero dejar más que claro—, se haga desde el respeto y la comunicación dentro de la pareja. Nunca me cansare de decirlo: hay que hablar, hablar y para terminar continuar hablando. Y si tienes la desgracia de que tu pareja no está dispuesta o no puede ni física ni psicológicamente hablando, respétalo. El sexo en el marco de una relación estable es un elemento más dentro de la cual debe primar el amor y el entendimiento entre los dos. Y si no la hay, hemos de pensar que el sexo no es unidireccional, si no que viene siendo cosa de dos, por lo que si se cierra una puerta, hemos de comenzar a ver si nos han dejado abierta una ventana.
hola, muchas gracias por pasar por mi blog... pasa tambien por cartmandooconchy.blogspot.com, que es mi blog personal... si quieres nos agregamos a favoritos, que dices?
ResponderEliminarLinda forma de terminar el post..."si se cierra una puerta, hemos de comenzar a ver si nos han dejado abierta una ventana". Decime Lesan: no será la ventanita del amor, que tanto se habla?
ResponderEliminarmmmmmmmmmmmmmmm
sin palabras!
Maria conchita, en cuanto tenga un hueco, lo hago. Y si me quieres agregar a favoritos,por mi encantada. Yo lo hare en cuanto pueda.
ResponderEliminarFabricio, sabes tan bien como yo amigo, que soy de la opinion que el amor no se busca, se encuentra. Aunque en mi caso creo que estravio el camino.
besos
Lesan
Interesante artículo. Hace poco escuché a una psicóloga decir que en sexo todo vale, siempre que no sea dañino para la persona. Es decir, que hasta conductas presuntamente "desviadas" como el fetichismo, pueden ser válidas mientras no lleguen a controlar al individuo, excluyendo otro tipo de conductas y medios de obtener placer.
ResponderEliminarCreo que cada puerta al final, solo es uan linea entre seguros y formados conceptos; del placer que no existe si bien cambia la plegaria al cuerpo. Estoy de acuerdo, una vez mas con los puntos, pero al final el sexo, y sus retorcidos elemtnos, ¿Son tan importantes?; debemos llenar la peil de heridas, y romper cada barrerra, paraa alcanzar una satisfactoria, plenitud...
ResponderEliminarSaludos, mi estimada amiga.
No se como te descubri. Quizá tirando del racimo de otros blogs, pero me gutó leerte y la claridad que demuestras al hablar del tema del erotismo con tanta naturalidad. En efecto, el sexo no es solamente el habitual para procrear. Creo que he utilizado todos os orificios, excepto los de la nariz y las orejas, aunque estos los penetré con la lengua, que tambien es un hermoso placer.
ResponderEliminarY si embargo, aqui me tienes en alta mar, capeando temporales y esperando llegar al proximo puerto que será Bombay. Allí estoy seguro que me acordare de tus consejos.
Un beso donde tu lo desees mas
gracias por tu visita,
ResponderEliminartienes un blog fantastico
tu reflexion es maravillosa y la comparto toda
hay gente que tiene una mente tan cerrada que no acierta a ver más allá de lo que tiene a dos palmos,
un besote
lágrimas de mar
Grata sorpresa no sol por este, sino por todos tus espacios.
ResponderEliminarInteresante, sexy, con mucho nivel.
De acuerdo con tus alcancez sobre el anal-sex. Habrà que seguir explotando SIEMPRE las infinitas posibilidades que el erotismo y el sexo nos ofrecen.
besos
Muy claro y sensual, lógico y puro.
ResponderEliminarEl sexo ( entre otras cosas) es gozar y nuestra naturaleza se expone y necesita de sus distintas tonalidades.
Gracias por tu paso.
Te dejo besos.
Cuidate.
no hay sino elecciones permanentes en todo.. la experiencia de tu amigo es la prueba; para poder elegir hay que conocer. Genial tu blog.
ResponderEliminarEl ser humano está lleno de miedos, de tabús antiguos, de sumisión a las reglas que otros han escrito para él.
ResponderEliminarMagnífica entrada, razonada, bien escrita y sincera. Cada vez me gusta más leerte.
Un saludo.
Gracias EmeM, la verdad es que si, yo intento al escribir tener una mente abierta aunque me cueste. . Un placer que me visites
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