Obesisones, en el filo de la navaja

Copyrighted: Lesan Mora, 2007

Captura de la pelicula Instinto Basico

Hay maneras y maneras de obsesionarse, y muchas cosas por lo que hacerlo. Yo misma tengo un montón: El chocolate, la ropa, los zapatos,los libros, mi trabajo, etc, etc, etc. Todas ellas me hacen feliz en los momentos de crisis y me completan cómo persona;pero en el instante en que estas controlan hasta tu respiración, condicionando tu devenir cotidiano, dejan de serlo para convertirse en algo enfermizo que te limita e incluso te destruyen….Sobre todo si entramos en el terreno del corazón.

Se ha escrito mucho sobre ello, y se ha filmado aún más .Historias de amor que nacían siendo genuinos cuentos de hadas con un supuesto final feliz y terminaron convirtiéndose en una pesadilla de muy lóbrego final, lo que me pregunto es, ¿Por qué?, ¿qué hace que su historia dé un giro tan imprevisto?.

Opino que lo primero sería apuntar a que tal vez esto suceda por un sentido de la posesión un tanto exacerbado que tenemos el ser humano; algo chocante si reflexionamos sobre la definición del amor. Ya que esto lo coloca justo en el lado lo contrario del espectro sentimental: La libertad de elegir a la persona a la que amar y con la que compartir el resto de tu existencia; si este se pierde, el amor sale por la ventana.

Llegados a este punto, creo que correspondería hacer alguna referencia a ese mal que asola este mundo denominado violencia de género, y que ha costado la vida a muchas mujeres, ya demasiadas. Comprendo que para alguno, lo que trato de decir les suene trivial y os aseguro que en absoluto estoy frivolizando con este tema; si bien con la mano en el corazón, mi opinión es que esto se da al elevar el amor al sumún en las escalas de las obsesiones y si a eso le añadimos un mal entendido sentido de la posesión. Hay es cuando se pierde el norte y un final tristemente anunciado empieza a vislumbrarse en el horizonte. Y con honestidad, desconozco si habrá una solución que lo erradique a corto o a medio plazo:Quiero creer en la educación. En el que a las generaciones recién llegadas, y las que están por venir, les enseñemos los principios de igualdad y respeto al prójimo necesarios para que todos estos valores queden en el olvido; sería algo muy significativo a nuestro favor.

No obstante también considero que tendríamos que hacer otros cambios en nuestra sociedad; al fin y al cabo esta en la que vivimos es violenta y agresiva por naturaleza. Donde parece premiarse aquellas personas que son diestras en hacer de todo, con tal de alcanzar el éxito; hasta pisotear a los suyos… Quizás si lanzáramos al mundo otro tipo de mensaje, otro gallo nos cantara..

En cuanto a otro tipo de obsesiones,..acaso más sutiles, habría que mencionar aquellas que limitan nuestro modo de enfrentarnos a las relaciones y por ende a nuestra vida sexual:
En un mundo donde la ausencia de bello corporal es la moda del nuevo milenio, conocí un caso en el que un hombre se situaba en el extremo opuesto. De hecho, me confesó que no le atraían aquellos que no lo tuvieran. Y ya no me refiero solo al vello púbico, sino también al de las axilas, e incluso al bigote, —vale, esto era opcional según las propias palabras del sujeto en cuestión—. También tendría que hacer una puntualización, ya que no solo me contó, si no que remarcó, que era tal la fascinación, que no que no se planteaba irse a la cama con una mujer que no lo tuviera, ni mucho menos el tener una relación estable con ella…

Aquello me pareció cuanto menos chocante.

Muchos señalarían que este hombre sería un individuo digno de estudio clínico. Y es que en un mundo donde se tiende a una standardización, cualquier cosa que se salga de la norma es tildada de extraña. Lo que me pregunto, ¿Por qué no somos capaces de verlo cómo una característica intrínseca del ser humano?. Y si no síganme en la siguiente reflexión: Los seres humanos somos seres únicos e irrepetibles, por lo que nos correspondería celebrar nuestra diferencia, no nuestra globalización.

De acuerdo, el caso anterior podía ser considerado cómo curioso, e incluso un tanto freaky si lo miramos bajo ciertos prisma. En cuanto a las más comunes; los hay que pierden el sentido por los pechos de sus parejas, e incluso están dispuesto a hacer lo imposible para que estos tengan el tamaño anhelado: Arruinarse para pagar una operación que quién sabe si la mujer desea o no. Destruir la autoestima de la susodicha en cuestión, si esta se muestra reticente a ello, convirtiéndose en auténticos acosadores, que transforman la vida de quien tiene al lado en un infiernos.

Se que soy la menos apropiada para dar un consejo y que va a sonar muy bruto, lo que voy a apuntar, pero es lo que yo haría si me pusieran en esa tesitura, así que tómenlo cómo eso, una proposición. Lo que haría es bastante simple; una proposición: Pasaré por el quirófano en cuanto tú también estés dispuesto hacerlo para ponerte una prótesis en el culo… Es que mira, es muy feo decirlo así, ahora si te empeñas en seguir con lo mismo, no tendré más remedio: De un tiempo a esta parte encuentro que no llenas lo suficiente el pantalón. Con una propuesta similar, o bien finiquitan el tema y jamás lo sacan a colación, —más que nada por que cierto tipo de hombres tiene pavor a que sus parejas les sugiera lo que nos gusta o nos disgusta de su anatomía—. O bien te toman la palabra y te obligan a pasar por el quirófano en un plazo de tiempo aún más breve.

Aparte de esa, hay miles, algunas terribles, otros menos, curiosas, extrañas; por lo que no terminaría de escribir nunca si tuviera que enumerarlas todas. Así que aquí solo plasmaré unas cuantas, aquellas que de una forma u otra me ha impactado.

No hace mucho, durante una cena a la que solo acudían mujeres me enteré de algo que me llamó, digamos demasiado la atención: Una mujer me contó que su marido, con el que llevaba casada desde hacía diez años, no se empalmaba si no se metía en la cama con unas sandalias de tacón de aguja de quince centímetros. Aquello la verdad no fue lo que mas me chocó, — el fetichismo es algo que ha existido desde el origen del mundo—, si no cómo aquello había influido a su vida diaria cómo pareja; condicionando los pequeños goces que cualquier matrimonio de los que camina a diario por nuestras calles tiene.

En el plano personal he de decir que cómo todos, tengo mis pequeñas debilidades en el terreno de la sensualidad y de la sexualidad: Quizá por que estoy un pocito sorda, para mí la voz de una persona tiene una mayor relevancia que para cualquier otro detalle. El escucharlo, el observar sus labios, su tono en una conversación me cautiva tanto cómo unos ojos, unas manos acariciándome. Si, entiendo que tras todo lo que he soltado eso suena tonto, e incluso naiv; —por muy verdad que sea—…De acuerdo, tampoco voy a negar que la vista se me desvía allí donde la espalda pierde su casto nombre. ¿En mi favor, que alego?. Nada, me encantan los culos de los hombres. Es así de simple. Tanto cómo que no me gusta que se depilen demasiado; el vello en el hombre no queda en exceso mal. Aun así trato de que ninguna de ellas sea el centro de mi universo. También he de puntualizar algunos detallitos: Soy una persona enrevesada que se pierde entre algunos recovecos inexplorados de mi subconsciente. Y que a mis treinta y .... no he explotado ni el uno por cien de mi potencial, y a estas alturas, siento que tengo que apretar demasiado el acelerador para llegar a ser quien siempre ansié ser.

Así que me imagino que la única solución para mi es continuar. Me hallo en la mitad del camino, tengo todo un mundo de experiencias por delante que no se donde me llevaran y mientras tanto tratarla de pasar lo mejor posible.….